11 abr 2020

"Instagramers" del siglo XVIII (la trompeta natural 0,0)

No siempre tenemos una visión completa de la historia. Menos de la historia de la música tan deformada por la mitología de muchos historiadores del siglo XX. En ocasiones nos olvidamos del contexto de los compositores y admitimos como absoluto lo que solo es relativo.

Seguramente son cosas que no interesan en el mundo actual.
 ¿Qué más da si Bach fue o no el primero? Lo importante es que su música es perfecta y no tengo tiempo para escuchar más compositores que, seguro, son de menos calidad. 
Es probablemente un enfoque práctico adecuado para el aficionado medio. Pero para el curioso, el que quiere entender profundamente el mundo en el que vive, el que se interesa de verdad por la mente creativa de Bach, el que disfruta profundamente de su música,... puede que no.

Reiche (retrato de 1727) Bach (retrato de 1746)

De manera totalmente casual yo hoy he descubierto esto. No es un acontecimiento histórico, ni una gran obra, pero sí una prueba más de que nos perdemos una parte apasionante de la historia de la música (del arte en general) cuando no tenemos curiosidad por conocer el contexto y sus relaciones. Bach tenía sus gustos musicales que muchos hoy considerarían cuestionables al admirar a compositores hoy considerados "de una división inferior". Como si eso realmente existiese.

En un mundo saturado de información poco contextualizada podríamos acusar al retratista de Bach de hacer un plagio. ambos compositores muestran orgullosos una pequeña partitura con unas pocas notas. Reiche es más informal posando con su tromba de caza y sujetando su Abblasen con la mano izquierda. Bach se debe a su imagen de tío serio por contrato y no puede sujetar el clave. Nos muestra su composición con la derecha.

Como en un reto de Tic-Toc ambos siguen el mismo patrón: "no mires mi cara, escucha mi música"

Y como "pa chulo yo" Julian Zimmerman se 'sopla' la fermata de Reiche con la mano derecha en el bolsillo (¿por qué la derecha si Reiche tocaba con esa mano?) y sin mover un solo dedo de la izquierda.


No podría hacer lo mismo con el reto de Bach.


Pero ¿cuál es mejor? No sabría decirlo. La propuesta de Bach es más intelectual pero también más fría. Una gran construcción pero lejana a toda la capacidad expresiva de otras grandes obras del mismo compositor. La de Reicha es simple pero es pura pasión. El trompetista debe sacar todo de dentro para cada una de esas notas. Bach emociona a la razón, Reicha emociona sin razón. Todo es necesario, todo es buena música.

Hay que escucharlo todo, olvidemos las "playlist" de los historiadores arcaicos.



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