Improvisación, Fundamentos de Composición, Analisis Musical e Interpretación.
Blog sobre la creación musical en múltiples facetas, desde la improvisación a la composición basada en el análisis y los resursos para esas actividades.
(Fundamentos de Composición, Análisis Musical, Improvisación, Informática Musical, TICs aplicadas a la música)
Acto I: La cocina de Arguiñano. Recetas para freír a Bach a fuego lento en la sartén de las oposiciones
Imaginemos la escena: después de una monumental obertura en Sol mayor algo nublado, Bach se abre paso a través del laberinto de la educación musical en Castilla y León para ser evaluado por el tribunal inquisidor dirigido por la elegante y bruja Aracoeli y su séquito de 4 hadas empanadas. (Suena un triunfal tema serial dodecafónico, melodioso y dulce) Se juzga, ni más ni menos, su capacidad para utilizar su música ante los adolescentes del siglo XXI. ¿Será osado? ¡Música tan difícil para "niños"!
Bach ya no es un señor maduro que ha criado más de una docena de bebés, que terminaron siendo adolescentes. El cree que, a pesar de sus arrugas, tiene experiencia más que de sobra en lo que un adolescente es capaz o no de hacer y como hacer cantar y bailar a los reggaetoneros al ritmo de sus cánones. No es el qué, es el cómo.
Entrada triunfal
Sin embargo, ignora que la bruja Aracoeli tiene sus fobias y aún recuerda como se retorcían sus dedos intentando desentrañar aquella fuga de Bach, que ni entendía, cuando estudiaba en su vetusto Plan66, ¡con lo bonita que es "Para Elisa" y este tío enredando dedos a estudiantes de piano!. Es condescendiente a la vez que prepotente, con esa superioridad del que sabe de todo, pero no sabe nada. Una reencarnación femenina del protagonista de "El nuevo traje del Emperador" (Marcha diabólica de Saint Saenz transmutada a modo frigio-flamenco mientras el tribunal inquisidor cruza la sala para sentarse en sus tronos)
Con un aire señorial y prepotente (en solemne fa dórico) se dirige al pobre Johann para que comience su exposición. Ella ya sabe que "Bach no es para niños, ni siquiera para adolescentes" y espera ansiosa para señalar a su corte de hadas empanadas toda la ignorancia del tal Bach.
Señala con tono señorial que "el juego infantil es la base del aprendizaje" imaginando la clase perfecta de subditos atentos a su cantarina voz que señala al viejo maestro peluca "Tenemos gomitas para los pelos largos"(Organum paralelum en modo frigio)
Letra sin música
Sin duda Bach no le entra por los ojos, su letra, sus notas, no son "redonditas y bonitas, de colegio de monjas" Quién escribe así no puede ser un buen profesor. (Petenera en modo Protus plagal) y usar abreviaciones... ¡eso es para los palurdos de la banda!.
(Fugato en La lidio)Desertora de las aulas hace ya tanto tiempo como el comienzo del Quijote, su ideal de enseñanza ya no se adapta a los nuevos tiempos. Le importa poco que Bach haya criado más de una decena de adolescentes y sepa lo que se cuece por sus mentes y sus maneras de aprender. Solo ella sabe cómo hay que enseñar, qué hay que enseñar y ¡sobre todo! quién puede enseñar. Ella lo ve todo con su vista de águila tuerta. (¡Chim pum en Fa# mayor-menor!)
¿Y el currículo? Eso es para adornar, las verdaderas normas las dicta lo de siempre, el vetusto modo de aprender del plan 66 para niños de los años 60. "Ni me lo he leído, ni me lo voy a leer" canta en su aria del acto primero con voz de leona. "Ya me sé yo que cánones, imitaciones y acordes no entran en Lenguaje Musical" susurra en recitativo en modo dórico para que repita su coro de empanadas a distancia de 8a aumentada mientras Bach expone la justificación de sus modelos de enseñanza.
El HayPone® Medieval
Aracoeli saca su hayPone® iOS s.XIII para mostrar un vídeo de cómo torturan a los niños con música de Bach en los conservatorios europeos, "¡menos mal que España está ahí para salvar la educación de toda la vida!"
Las 4 hadas no caben en su asombro "¡CUANTA CRUELDAD! ¡ESO ES PARA MAYORES!" afirman para satisfacer a Aracoeli mientras intentan contener su necesidad de marcar el ritmo. Un hada de mirada iluminada recuerda cómo de niña soñaba con bailar, sentir como volar, al ritmo de la música de Bach que era lo que más la inspiraba. Era un reto tocarle, pero no había música más hermosa... La bruja murmura, es música para armónicos, son contenidos armónicos, ¡los lenguaje musicalistos no rozan a los armónicos!
El currículo se lo mete usted por el ... nódulo
El hada iluminada levanta, temerosa, la voz hacia la bruja "Solemne maestra, ¿no es cierto que el currículo tiene un apartado de contenidos melódico-armónicos". Una mirada la atraviesa mientras un acorde de 7a disminuida rasga el aire. No hace falta más para convertir al hada en un pequeño ratón obediente. La mágia de la enseñanza está en hacer lo que ella dice, un mundo a su medida y una medida en un mundo de redondas. (Parodia del Mundo Ideal de Aladín en modo I de Messiaen) "El currículo dice, Ja, ja, ja... El currículo solo dice bobadas que nadie lee, solo los grandes brujos de la música saben lo que hay que hacer para preservar la educación de la corrupción pedaboba"
La excelente bruja Aracoeli está a la vez pletórica e iracunda. Lo tiene todo claro, el plan perfecto para manipular la voluntad de su tribunal inquisidor. Todo el mundo hace lo que ella quiere, y no hay normas, ni rúbricas, ni procedimientos,... ¡Mamandurrias! Se cocinan las notas con un pelo de rata, dos lágrimas de cocodrilo tuerto, una raíz de mandragora y los huesos del pequeño Pichí que se cenó para desayunar. No en vano la cocina de notas es un plato denominación de origen y candidato a patrimonio inmemorial de la humanidad en la UNESCO por los procesos opositoriles de Castilla y León, ya más tradicional que una jota zamorana en el arraigo a esta tierra de la España vaciada, hasta de cultura.(Plagio de "El aprendiz de Brujo" en serialismo unicafónico modo inverso retrogradado)
Cocinando notas en EducaCyL
(Intermezzo en Sol Mixolidio con tónica alterada. Secuencia cromática no modulante a todas las tonalidades modales y ¡Chim Pun" para solista de caja de pino)
Se conoce como "efecto Mandela" a recuerdos que se asegura son verdaderos, incluso de manera colectiva, pero que son erróneos. Asumir y jurar que una realidad que es falsa, ha existido.
¿Alguna vez has cantado a pleno pulmón... y equivocadamente? Bienvenido al Efecto Mandela musical.
¿Estás absolutamente seguro de que "We Are the Champions" de Queen termina con un épico "...of the world!"? ¿Jurarías que Jimi Hendrix cantaba "Excuse me while I kiss this guy"? Si es así, no estás solo. Pero, y si te dijera que tu memoria te está jugando una mala pasada colectiva?
Bienvenido al fascinante mundo del Efecto Mandela en la música, ese fenómeno por el que miles, incluso millones de personas, compartimos recuerdos vívidos e inequívocos sobre letras de canciones o detalles musicales que, en realidad, nunca fueron así. Nuestra mente, en un acto sorprendente de creación colectiva, ha "completado" o "alterado" lo que realmente escuchamos, generando versiones alternativas que sentimos más ciertas que la propia realidad.
En este artículo no solo exploraremos algunos de los ejemplos más emblemáticos—desde el "baño a la derecha" en 'Bad Moon Rising' de Creedence hasta la ausencia del artículo "The" en bandas como Eagles o Ramones—sino que también indagaremos en la ciencia detrás de este curioso suceso. ¿Por qué nuestro cerebro insiste en recordar "you've been struck by" en 'Smooth Criminal' de Michael Jackson, cuando la letra repite "you've been hit by"? La respuesta reside en una combinación de fonética, expectativas cerebrales y la poderosa influencia de la cultura popular.
Prepárate para cuestionar todo lo que creías saber no solo sobre tus canciones favoritas. Porque, como veremos, a veces la letra correcta es mucho menos memorable que el error que hemos convertido en verdad.
Mientras que el libro de Gerald Eskelin se centra en desmontar los mitos y simplificaciones que la educación formal a menudo repite como dogmas (como la vida de los compositores o las "reglas" del lenguaje musical), el Efecto Mandela revela una versión más orgánica y popular del mismo fenómeno: la creación colectiva de recuerdos falsos sobre la cultura que nos rodea.
Y es que esas "mentiras de profesor de música" se convierten en dogmas que se repiten a generaciones y multiplican el efecto Mandela con afirmaciones tajantes que no tienen sustento real. Un ejemplo notable es el famoso diabulus in musica asociado al tritono (ver)
Podemos establecer varias conexiones clave:
1. La Autoridad vs. La Colectividad: Dos Fuentes de "Verdad" Equivocada
La figura de autoridad (el profesor) que, a menudo de buena fe, muchas más veces por dejadez y falta de lectura, transmite una anécdota exagerada o una regla simplificada que se acepta sin cuestionar. Ejemplo: "Beethoven era sordo y por eso compuso música más emocional".
Esta mentira multiplica el Efecto Mandela, muestra cómo la colectividad se convierte en su propia autoridad. No es un experto el que nos dice la regla incorrecta, sino que son nuestros propios recuerdos compartidos los que crean una "regla" paralela. Ejemplo: "Todo el mundo sabe que está prohibido duplicar el bajo en el acorde de 6a, ¡es la tercera! suena mal."
2. El Mecanismo Subyacente: La Narrativa que Busca Coherencia
Tanto los mitos del libro como los recuerdos del Efecto Mandela surgen de nuestra necesidad cerebral de crear narrativas coherentes y satisfactorias. Las mentalidades controladoras y condescendientes necesitan de esta afirmación colectiva, de las "reglas" inventadas.
Una gran fuente de realidad inventada musical en teoría de la música son los libros de Piston o Schoenberg. Libros que, a pesar de su importancia en su época, tienen un gran número de errores que asumen como verdades y que se repiten de generación en generación como efecto Mandela imposible de erradicar ya que está abalado por una fuente de autoridad. Del mismo modo, muchos profesores no se cuestionan o contrastan lo que les enseñó su maestro, venerando sus apuntes y sus clases cual fanático de una secta. ¿Para qué contrastar datos o cambiar procedimientos si eso requiere un esfuerzo? Es como serle infiel al profesor de su vida. En esencia, se convierten en magos de la mentira: "mentiras que nos contamos entre fans" y esperan la misma fidelidad de sus alumnos que la que ellos profesan a sus modelos.
Algunos ejemplos:
Hace ya años me cansé de luchar en una batalla perdida. En el contexto de un conservatorio se da por sentado que la evaluación extraordinaria de septiembre es "un examen". Sin embargo, la palabra "examen" con todo lo que conlleva, no aparece ni una sola vez nombrada en nuestro sistema educativo, tampoco en la normativa sobre Enseñanzas Artísticas. La "evaluación extraordinaria" no establece en ningún momento que el alumno pierda todos sus derechos a la evaluación según los principios pedagógicos, ni establece un modelo de evaluación de mínimos para obtener una calificación.
El examen como único modo de validar los datos de conocimiento de un alumno es una obsesión especialmente en España. En cuanto algo da problemas, todo se soluciona con un examen.
Pero no hay más que hacer una búsqueda Ctrl+F en cualquier documento de currículo y ver que esa palabra ni se nombra.
Algo similar ocurre con la prueba sustitutoria para los alumnos que pierden el derecho a la evaluación continua. El legislador aquí habla de algo que no puede anular: un derecho. La realidad es que si un alumno no acude a clase, no se tienen datos de sus progresos, no es posible un seguimiento en el aula. Por ello, se le sustituye la evaluación por una prueba. Pero, incluso los inspectores de educación, podrían jurar que lo que pone es un examen ¿De qué otro modo se puede evaluar a un alumno si no es con un examen?
La Armonía inerte
Si en alguna asignatura del conservatorio se multiplica el conocimiento inertees en Armonía. Se enseñan reglas para hacer bocetos con un lápiz de música que no va a sonar (y, con perdón, que suena como a rancio que da pena) y que no sirve para nada. El modelo "Gradus Ad Parnassum" supone que todo parte de las reglas o prohibiciones y toda la asignatura supone aprender a resolver sudokus de redondas, con la memoria racional y que no tiene una experiencia musical.
En ¿el mejor de los casos? el alumno consigue realizar un examen que agrada el ansia de conocimiento de reglas y dificultades del profesor, puro malabarismo sin sentido que, además, contiene reglas inventadas.
Siempre me ha sorprendido que en Historia de la Música se estudia que "ya en tiempo de Monteverdi (principios siglo XVII) se utilizaba la disonancia sin preparación" mientras en las clases se repite la formula: preparación, percusión y resolución, más como ejercicio gimnástico de lápiz que de comprensión sonora.
Lareforma de la educación musical que empezó en el año 1992, ha perpetuado el modelo rancio de Armonía aburrida e inútil, que pierde su capacidad para introducir al alumno en la audición comprensiva, la interpretación de las armonías y los acordes en estructuras, la improvisación y la escritura más allá de la ¡escritura de voces! ¿Cuántos de los adolescentes aspiran a ser compositores de música para coro? ¿Qué tiene de malo o perturbador escribir Armonía para instrumentos?
Pero no podemos superar el efecto Mandela ¡Todos los grandes músicos estudiaron así! Transformemos esto en una pregunta ¿Todos los grandes músicos estudiaron así? ¡ROTUNDAMENTE, NO!
Y esto resulta lo más descorazonador, la enseñanza de la composición o la armonía, la música en general era más "moderna" en el pasado (el anterior al idolatrado por los fanáticos de la mágica secta del Plan66 que estudiaban más que nadie) que en nuestros días.
¿Exageraciones?
Para nada, baste como ilustración la portada de un libro sobre Armonía que destaca dos elementos sobre el contenido: ¡lápiz y goma de borrar! ¿Dibujar la música o experimentar el sonido? No debería ser un dilema, para un músico solo hay una opción.
Revisemos nuestro particular efecto Mandela y actualicemos la educación musical para que no se convierta en un cúmulo de conocimientos inertes.
Transformando la educación para un aprendizaje significativo y duradero
El problema: Conocimiento Inerte
Esa experiencia tan común en pedagogía tiene un nombre, se llama conocimiento inerte y es, digamos, el archienemigo del aprendizaje de verdad. Es esa información que nos suena, sí, que recordamos por encima, pero que a la hora de la verdad no sabemos usar.
Es un conocimiento que está ahí almacenado, pero que no nos sirve para nada en la práctica, sin vida, como dice la definición.
80%
Un estudio realizado en Buenos Aires descubrió que el alumnado pasaba el 80% del tiempo de clase en actividades que solo eran reproducir información.
La rutina es pizarra, deberes, examen y vuelta a empezar. Al final se aprueba aprendiendo a descifrar lo que cada profe quiere oír, pero muchas veces sin llegar a comprender de verdad lo que hay detrás.
La solución: Aprendizaje Profundo
La meta es el aprendizaje profundo. Aquí hay dos palabras que son absolutamente clave: actuar y flexible. Ya no se trata de acumular datos como si fuésemos un disco duro. Se trata de que lo que sabemos nos sirva para actuar, para hacer cosas y que además podamos adaptarlo y usarlo en situaciones completamente nuevas que no nos habían enseñado antes.
El contraste entre los dos es brutal. Pasamos de un conocimiento que es como un castillo de naipes que se cae con un soplido a una base sólida que dura.
Conocimiento Inerte
Aprendizaje Profundo
Naturaleza
Superficial, memorístico
Significativo, aplicable
Duración
Temporal, se olvida
Permanente, perdura
Utilidad
Limitada, para exámenes
Amplia, para la vida
Enfoque
Reproducción
Creación y aplicación
¿Cómo lograr el cambio?
La estrategia necesita un giro de 180 grados en cómo pensamos el temario, el currículum.
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Menos es más
Priorizar la profundidad sobre la cantidad. Decidir qué es lo importante de verdad y dedicarle tiempo a eso.
No se trata de aplicar recetas mágicas. Se trata de ser un profesional que investiga en su propia clase, que aprende de sus errores y que entra en un ciclo de mejora continua que no acaba nunca.
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Llevamos meses meditando si publicar criticas al sistema educativo musical. Hay que sacar a la luz aspectos que pueden resultar hirientes a cierto perfil de profesorado y mentalidad educativa. La educación ante todo. Pero la educación no avanza, no cambia, sin someterse a la crítica y la reflexión.
La bipoliridad hilarante del sistema se debate entre la excelencia (entendida casi como violencia) y la condescendencia (entendida como infantilismo juguetón para divertir en vez de enseñar). Hay otros caminos.
Como docentes con experiencia reflexionamos tras cada clase. El sistema nos pide realizar una evaluación formativa en la que someter a constante cambio los métodos y los sistemas. El propio sistema educativo cambia constantemente por cuestiones generalmente políticas. Pero hablar en alto de los errores del sistema parece un acto de "mala educación".
Si algo es "mala educación" es la sangría constante de alumnos que abandona los conservatorios de música de Castilla y León en los cursos intermedios de las enseñanzas profesionales de música. Así que ¿no será que algo no se hace bien? Eso si es cargarse la educación.
Lo peor no es que los alumnos no terminen su proyecto de formación y acumulen lo que es sistema llama "fracaso educativo", lo peor es la mala sensación con la que dejan los estudios. Unos estudios, recordemos, no obligatorios y artísticos. No obligatorios no es sinónimo de facilones o divertidos, al conservatorio van a aprender, pero con métodos modernos y adaptados a la sicología del alumno del siglo XXI. Son artísticos puesto que su principal función es que los alumnos comprendan el arte, desarrollen su creatividad y se conviertan en músicos. Ser músico no es solo una profesión, es una manera de vivir rodeado del arte de los sonidos, es convertirse un público de los conciertos, es rodearse y sentir curiosidad por todo el arte sonoro, es oír más allá de las modas.
Por contra muchos son los alumnos que relatan su propia experiencia "Whiplash" (Justin Hurwitz, 2014) esa que dice que solo se alcanza la excelencia artística por el sufrimiento y el aburrimiento. Estos elementos se disfrazan muchas veces con la palabra "excelencia", las bajas calificaciones y elevado número de suspensos no son síntoma de malos sistemas de enseñanza, al revés, lo son de "exigencia y nivel" dando como resultado que el mejor profesor, para el sistema, sea el que más suspende, pues exige más. Ecuación tan estúpida que no merece una explicación. Lo dicho: Whiplash modelo JCyL.
Nosotros sufrimos una escena de este tipo en el Conservatorio Superior de Salamanca. Mientras realizaba el examen de 4º de Armonía (una encerrona de un día) en el aula del piso de arriba un "profesaurio" impartía clase de piano. La clase consistía en golpear violenta y sonoramente el piano mientras gritaba al alumno/alumna (ni se atrevía a abrir la boca) todo tipo de mensajes negativos, insultos y previsiones de futuro. Todo un master de educación Whiplash.
Mientras el sistema no solo beneficia y protege estos perfiles, se siente insultado cuando se recuerda que los métodos educativos no han sido, ni son inmutables y que el modelo Fletcher no solo es ineficaz, sino que produce secuelas síquicas y físicas en el alumnado. Si tienen opción de elegir, se van.
¿Problema? hacemos un reunión y lo posponemos
Desde hace más de una década este problema de fracaso escolar va en aumento. Nos consta que las autoridades educativas se interesan, pero su solución es hacer una reunión y posponer soluciones o acosar a los profesores con informes.
¿Falla algo en el sistema de acceso del profesorado? ¿Está el profesorado apoyado y asesorado para mejorar sus métodos? ¿Se adapta el currículo a las necesidades del alumnado del siglo XXI? ¿Conocen los docentes y los inspectores el verdadero currículo actual?
Al final la consecuencia es la vaguería del alumno, como si la adolescencia fuese un invento del siglo XXI, como si los que fuimos adolescentes no hubiésemos tenido dudas o tentaciones de abandonar por el esfuerzo. ¿Qué nos motivó a continuar? Razones del siglo XX que no son válidas para el siglo XX.
Cambia el currículo y se hace sobre aspectos técnico-legales, con objeto de "facilitar el aprobado" no sobre conceptos pedagógicos, renovación de metodologías o actualización de contenidos a los tiempos.
Se nos exige formación TIC pero se fomenta un aula mid-XX en el que la pizarra, como mucho sustituida por una digital, se usa son rotulador y no hay más cambios.
Como anécdota muchos conservatorios de Castilla y León dotan sus aulas teóricas con las famosas sillas-pala en las que es imposible tener a la vez un libro y un cuaderno. Altas para los alumnos pequeños, enanas para los adultos. Los inspectores e inspectoras pasan por esas aulas y ni caen en la cuenta que los alumnos pasan más tiempo recogiedo lo que se les cae o intentando malabarísmos con la "mesa" que presentando atención. ¿Puede escribirse cómodamente una actividad de Armonía en un "mini pupitre modelo JCyL"?
El error Fletcher
El personaje de Fletcher en Whiplash es una mezcla de profesor/director de una Big Band en un centro educativo. Toda su base pedagógica parte de una principio falso, una anécdota mal contada.
"Un jovencísimo Charlie Parker acude a una Jam Session (Reno Club de Kansas City, 1937) en la que se les ofrece improvisar junto con una gran banda. Charlie empieza a improvisar como un niño, un aprendiz, sin la maestría que tendrá con los años. A pesar de los toques del baterísta Jo Jones para terminar su solo, Charlie embelesado no se dá cuenta y sigue improvisando sus escalas y arpegios de estudiante. Intentando cortarle, Jo Jones desatornilla un plato de la batería y se lo lanza a los pies. El público se ríe y Charlie se va del escenario"
Según Fletcher, el plato se lo tira a la cabeza y fruto de esa agresión Charlie estudia, estudia, sangra y llega a ser el Charlie Parker que conocimos.
La anécdota es mucho más suave y la relación causa-efecto nos resulta absurda. Grandes genios de la música como Frantz Liszt también pasaron por procesos de reflexión y estudio profundo buscando su camino, pero no por humillaciones o malos tratos, por ambición artística. El joven Frantz Liszt escuchó junto a Chopin al violinista Paganini y se encerró durante años a intentar conseguir hacer en el piano los efectos que Paganini obtenía del violín. Ausencia total de método Fletcher. Repasar casos nos llevaría más párrafos de los que son aconsejables.
"Fletcher es el mejor"
Todo el sistema Fletcher descansa en que exigir, insultar, agredir y gritar es la única forma de sacar lo mejor del alumnado. No explica nada, no aporta soluciones a problemas, solo pone un objetivo y es el alumno quien debe consegurilo. Cual Trump o Elon Musk afirma que "Nada ha hecho tanto daño como decir: Buen trabajo (Good Job)"
Make JCyL Great Again
Sobre este principio podríamos parafrasear a Trump o a Elon Musk que afirma que "la empatía es lo que más daño ha hecho a la humanidad". Y es que mientras se dice una cosa, se fomenta y defiende otra.
Ahora reflexionamos unos minutos sobre si la crítica es legítima, fundamentada o excesiva.
Tomando el modelo Fletcher ¿deberíamos lanzar platos de batería a...? En fin, acostumbrémonos a la crítica que muchos soportamos incluso en términos de mala educación flagrante en documentos oficiales, esto es solo un blog personal de poco alcance. No asustarse, no cambiará nada.
Una crítica personal a la educación musical en Castilla y León, cortesía de EducaCyL
Si estudias o has estudiado en un Conservatorio de Música es posible que hayas padecido a un profesor o profesaurio (con permiso de Jordi Martí) que no entiende a Bach y piensa que es algo así como música "Parental Advisory", es decir, no para niños. El contenido no es el problema, el problema es que es "complicado" es para "armónicos (sic)".
Sufridor de las aulas por sobreabundancia de profesaurios
Sin embargo, no son pocos los libros de Lenguaje Musical ¡incluso para Enseñanzas Elementales de Música en España! que incluyen repertorio de Bach (Johann Sebastian, el "heavy") como propuesta didáctica, no son pocos los alumnos y alumnas que gozan de la música de Bach sin sentir ese rancio aliento que muchos de estos profesaurios de vieja escuela atribuyen a su mala experiencia con Bach (el "heavy")
Bach como nunca antes lo has visto o escuchado
Y es que ¿que vieja mente musical no ha sufrido intentando seguir las instrucciones del mal profesor de piano exigiendo "cantar cada tema de la fuga" al piano ¡Con lo fácil y bonito que es tocar un bajo de Alberti con una melodía acompañada! y lo bien que queda para presumir ante los amigos de los padres de lo bien que suena el piano. ¿Para qué complicaba Bach la vida a los pianistas? Y es que, cuando no se enseña música sino a teclear notas, o se enseña a espantar notas con esa horrible manera de marcar compases instaurada por la vetusta Sociedad Didáctica Musical, es imposible entender qué hay más caminos para aprender y enseñar música que los procesos algorítmicos.
¿Con Bach no se juega?
Especie dominante en la secuela constante de Jurassic Park en las aulas
Se puede jugar con Mozart o incluso Beethoven, pero ¿Bach? Bach no es para juegos para estos profesaurios mal educados (musicalmente, no me pienses mal). El vetusto Johann Sebastian crió a más de una docena de bebés a los cuales enseñó música pacientemente y no parece que mal teniendo en cuenta las carreras brillantes de Johann Christian, Carl Philipp Emanuel, Wilhelm Friedemann Bach o Johann Christoph Friedrich Bach. Además, entre toda la montaña de trabajo, encontraba tiempo para el disfrute de la música en familia. Pero a los rancios profesaurios Bach es autor de un colección interminable de obras que había que memorizar para Historia de la Música y las horribles fugas que ponían a prueba su coordinación al piano tratando de interpretar como si se tratase una versión de "The Typewriter" (Leroy Anderson, 1950)
La música buena, la de calidad, es la más apropiada SIEMPRE para cualquier mente musical de cualquier edad. Y entre esa colección odiada por los profesaurios de música de primera calidad siempre hay ideas y elementos para jugar con alumnos para que aprendan a disfrutar de la buena música, incluso de Bach, incluso sin ser adultos o "armónicos".
Bach y el currículo de Castilla y León (Lenguaje Musical)
Alguien me dijo, y dejó por escrito en documento oficial, que proponer actividades en las que se incluye como repertorio de trabajo en lectura, audición, dictados, memoria, improvisación, etc., contenido de temas y obras de Bach no era lúdico o permitía la enseñanza a través del juego para adolescentes de 12-13 años. "Ya tendrán tiempo cuando tengan que sufrir la Armonía" (esto merece un capítulo aparte, la Armonía como "tortura" para los elitistas alumnos de unas Enseñanzas de Música que, al menos en Castilla y León, no quieren adaptarse a los nuevos tiempos (cortesía de los cerebros de EducaCyL)
El trabajo de disociación motriz y auditiva, conocer y representar gráficamente obras musicales a dos voces, ejecutar y escuchar con independencia desarrollos rítmicos o melódicos simultáneos, conocer a través de la audición estructuras armónicas básicas... son elementos para los que se puede usar en la enseñanza buena música. ¿Es buena la música de Bach o es solo intelectualoide y para armónicos? ¿Jacques Loussier no lleva décadas experimentando con una interpretación de Bach no alcanforada?
En próximas entradas se profundizará más en el currículo "teórico" de los alumnos de 12 a 14 años y su idoneidad para Bach. La adolescencia es en buena manera un proceso de cambio en el que los juegos se tornan más complejos y el niño convive con el adulto. Los jugadores de Minecraft, Zelda, Mario Odissey, GTA VI o, si se lo permiten los padres, del violento Fortnite. Pero muchos profesaurios no tienen ni idea de estos nombres, ni el contenido del juego. Vamos a decirlo claramente: NO CONOCEN A SUS ALUMNOS y piensan que son copias de ellos con su edad. Y es que la sociedad cambia, la mente y los modos de aprendizaje también.
La propia Junta de Castilla y León a través de su portal EducaCyL promociona el uso de Minecraft con fines educativos y dota a profesores y alumnos un acceso a través del correo corporativo ¡A qué un profesaurio ni ha oído hablar de ello!
Nos puede gustar más o menos, pero es lo que los alumnos traen de casa. Luego nos sorprendemos cuando el atractivo intelectual que les presentamos en clase es del nivel de juegos de niños, algoritmos sin apoyo gráfico o música ajena a lo que escuchan. Y sí, en el mundo de los videojuegos hay mucho Bach y mucha música clásica o de inspiración clásica.
IMPORTANTE: Aunque algunos videojuegos son simplemente de acción y algo violentos, Minecraft es una herramienta usada durante décadas en educación y requiere unos procesos creativos que ningún profesaurio superaría por ausencia, precisamente de eso, de creatividad.
Imagen tomada del portal EducaCyL promocionando el uso educativo de Minecraft
Pero todo esto es solo la demostración de una realidad que asusta en la Educación: muchos profesores, por suerte ni siquiera una mayoría, no conocen a sus alumnos. Ignoran sus centros de interés las experiencias con las que conviven y los cambios en sus maneras de aprendizaje. Luego, en clase, se aburren y no entienden nada.
Contenido de una presentación sobre el aprendizaje en la adolescencia temprana
¿La educación siempre ha sido igual?
Por suerte, la respuesta es NO. El modelo educativo de referencia para un profesaurio de conservatorio, es el plan 66, un modelo basado en listas de obras "por nivel" y de enseñanza de la Teoría o Lenguaje Musical (el vetusto solfeo) mediante la memorización y el espantar notas con la mano según los modelos S.D.M. El profesaurio de conservatorio siempre dirá que en sus tiempos se estudiaba más, se tocaban más obras, se aprendían la teoría de memoria, etc., pero nunca demostrará que aprendía realmente algo más que a repetir a gusto del profesor con la esperanza de "con el tiempo lo comprenderán".
Pero esta máxima de los modelos racionales casi nunca se llega a cumplir, no se aprende y luego se comprende, es al revés, sin comprensión no hay aprendizaje. Y esto es así porque el aprendizaje tiene un uso, que puede o no ser práctico o profesional.
Se dice a menudo que memorizar es aprender, y es cierto que sin memoria, más bien recuerdo (que es un poco diferente) no hay aprendizaje. Pero solo con memoria no se consigue el aprendizaje.
Volviendo a Bach y los profesaurios o profesaurias, saberse las obras representativas de Bach en las listas de repertorio de Historia de la Música, incluso reconocerlas en una audición, no significan comprender la parte creativa, adolescente, provocativa, inspiradora o aventurera de Bach.
Y es aquí donde se produce el gran choque educativo, no solo entre ese modelo de profesores y gestores de la educación y los alumnos, sino entre ellos y los profesores que saben que la enseñanza no siempre ha sido así.
Adaptar la enseñanza a los nuevos tiempos no significa añadir a la clase la gamificación infantil, incluso infantiloide, que puede funcionar los primeros cursos, pero que espanta a cualquier adolescente de las aulas. Y es que muchos inspectores e inspectoras que huyeron de las aulas por no soportar la enseñanza o por sentirse "más poderosos", siguen sin entender a los alumnos.
Bach no estudió en un conservatorio
Tal vez eso sea lo que causó tal estupor a determinada persona al exponer una unidad didáctica en la que el repertorio de Bach estaba integrado para adolescentes. Es como si Bach hubiese nacido adulto y serio, demasiado profundo para la niñez. Olvidamos de nuevo que crió a casi dos docenas de bebés, aunque la mayor parte del trabajo fuese de sus parejas. ¿Puede imaginarse un profesaurio a Bach cantando una canción de cuna a uno de esos Johann Christian? ¿Puede imaginarse un profesaurio a Bach jugando al escondite con Carl Philipp? ¿Puede imaginarse a Bach con sus niños de la mano dando un paseo en una tarde de primavera en familia? ¿O es que Bach se pasaba las 24h componiendo fugas para torturar a malos alumnos de piano?
¿Cómo aprendieron música Bach, Vivaldi, Mozart, Beethoven, etc., antes de que los horrorosos sistemas de la S.D.M. y su modelo de espantar notas con la mano se inventasen? ¿Qué actividades hacían? ¿Qué incorporaban de su mundo cultural a su música que podamos usar de manera intemporal?
Continuará...
En próximos capítulos:
- Repertorio de Bach incorporado por la literatura actual del Lenguaje Musical (para alumnos "pre-armónicos")
- El repertorio de Bach más allá de Bach "Bach to the Future" (¿y eso qué es lo qué es?)
- Una unidad no es solo para un día, programar es más complejo que rellenar cuentos.
- Jugar no es lo mismo que divertirse y los juegos cambian con la edad y los tiempos.
Ya puedes hablar...
- Cuando programes unidades didácticas o revises los métodos de enseñanza, nunca pierdas la referencia del alumno. Los métodos de enseñanza, lo dice el currículo, deben estar adaptados al alumno, más en una enseñanza artística en la que cada artista es único en cualidades y proceso creativo.
- Lo que es divertido para un adulto, puede ser un peñazo para un niño-adolescente. Pregunta, interésate y luego, habla con propiedad antes o no querrán jugar a tus juegos aburridos.
- Los tiempos cambian, la enseñanza también. No te gustaría aprender en un sistema del siglo XVI, puede que tampoco del siglo XX, y es que el siglo XXI ya está bastante avanzado para seguir insistiendo en lo que no funciona.